lunes, 21 de noviembre de 2011

Una hoja que cae

Todos hablamos de la muerte como si
hubiesemos tratado con ella.

Mientras observo tu decadencia algo dentro de mi
se desgarra y parece no terminar.

Mientras mueres, brincan en asalto pensamientos
se revientan en mis dedos, y puedo ver como
mis venas se hinchan como si quisieran gritar.

Si, somos una hoja que cae, siempre repetida,
siempre cayendo de igual forma,
la espiral que dibuja y sus brazos que giran
son estas palabras, estas palabras, estas palabras,
siempre son estas palabras.

¿A dónde vamos? ¿Y esta energía en mi?

martes, 8 de noviembre de 2011

Sobre correr

 
Cuento ya varios días desde aquella mañana en que me desperté y me coloqué el calzado y prendas deportivas para salir a correr. Decidí que lo haría de forma simple y sin buscar algún objetivo en particular, más bien un objetivo general.

Algunos buscan en correr adelantar a otros, superar sus marcas de esfuerzo y tiempo, mejorar la salud, hacer amistades y no sé que otras cosas; mientras corro, miro los árboles, los pájaros, las personas, la piel del agua, a veces la luna, o el despunte del sol y un cielo amarillo. En específico, no pienso en nada, corro y mi cuerpo cansado se desprende dejando un vacío que contempla como un paisaje mi interior, mis incedios...

Correr para mi, es una representación teatral de la vida, se esfuerza uno en cada instante y te pierdes en pensamientos inútiles, como pensar en cuanto falta. A mi me sucede que la música me ayuda a calmar esa voz que no para de platicar, de organizar el mundo. 

Puedo decir que busco algo corriendo, si, busco respuestas pero me doy cuenta que las preguntas no están bien formuladas, así que mi empresa se derrumba. Solo es correr, saber que no tiene sentido concluir una vuelta más, como la sucesión de desengaños. Pero así, haciendo he encontrado esto que yo llamo seguir, mirar, tener paciencia, saborear, dar gracias a todo aquello que es de mi natural, lo bruto, lo sencillo.