viernes, 2 de diciembre de 2011

Luz

Tengo los ojos hundidos,
y si miras de cerca sabrás
que tienen una profundidad
de seis metros. En el fondo
mi alma en dolor permanente.

Tres veces te pregunté:
¿a dónde te fuiste?
y en la tercera volaste
con alas amarillas,
mostrándome algo,
algo que solo comprendí
en el siguiente respiro.

Siento un profundo orgullo
el haber nacido de ti,
en ti, en bondad, cobré vida,
mi corazón se ensancha al
pensarlo.

Hasta siempre mamá,
en algún lugar allá
en este universo,
nos volveremos a encontrar.

"Las cosas más hermosas son para siempre o a penas duran"
Tú, eres para siempre, te amo mamá.