sábado, 25 de septiembre de 2010

Unamuno

Mira lector, aunque no te conozco te quiero tanto que si pudiese tenerte en mis manos, te abriría el pecho y en el cogollo del corazón te rasgaría una llaga y te pondría allí vinagre y sal, para que no pudieses descansar nunca, y vivieras en perpetua sosobra y en anhelo inacabable. Si no he logrado desasosegarte con mi Quijote es, créemelo bien, por mi torpeza, y porque este muerto papel en que escribo, ni grita, ni chilla, ni suspira, ni llora, porque no se hizo el lenguaje para que tú y yo nos entendiéramos.

No hay comentarios: