Nos reencontramos justo en una época, un periodo, en donde ella, al igual que un lobo estepario como yo, no tenía interés o al menos la sensación de ardor, de empuje por la movilidad. Un desánimo por el vivir corriente. Caminamos en silencio y de forma tranquila, casi sin cruzar palabra. De pronto un chispazo de eléctrica duda le indujo a preguntarme ¿porqué no muestras emoción al verme? ¿acaso sabías que vendría? con un dejo de orgullo vencido, casi se escuchó detrás ¿porqué eres tan arrogante y siquiera muestras un poco de sorpresa al verme?
Es que sólo fue un periodo en tu vida, lo atribuyo un tanto al análisis. Pero en mi es vida corriente.
Tomo un libro con reverencia y me pregunto por todos.
Dejo una carta dentro del libro, en la biblioteca local, esperando que un alma tan solitaria como la mía me escuche en una suerte de comprensión mortal. ¡qué idea tan ridícula! romántica cierto.
Es que sólo fue un periodo en tu vida, lo atribuyo un tanto al análisis. Pero en mi es vida corriente.
Tomo un libro con reverencia y me pregunto por todos.
Dejo una carta dentro del libro, en la biblioteca local, esperando que un alma tan solitaria como la mía me escuche en una suerte de comprensión mortal. ¡qué idea tan ridícula! romántica cierto.
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