domingo, 28 de noviembre de 2010

Pequeñas confesiones

I

Hay noches en las que a penas y puedo conciliar el sueño. Leo, doy vueltas, enciendo la luz, duermo intermitente, pienso en el día que se aproxima, observo la luna. La radio suena pero me parece que en mi interior el volumen es mayor, es curioso no tener ningún sentimiento en esos momentos solo un leve dolor en el pecho que si no le pongo atención estoy seguro se olvidará de mi.



II

En ocasiones, en el transcurso de un día cualquiera, sucede que una hoja seca se acerca a mi volando despacio o un pájaro vuela con la misma velocidad y dirección en la que voy o las nubes se han encendido en un color naranja o un pequeño niño de la mano de su padre salta subiendo escaleras o algunos eventos como estos, tan sencillos que con un poco de agudeza se pueden percibir. Cuando algo así me sucede gusto en pensar que el mundo me ha guiñado un ojo.

III

No puedo desligarme de la vida "normal", pero cuando sé que casi me diluyo en un mar social me enfundo con una playera que tiene estampado al Quijote, ¡héroe verdadero! y sin mayor temor continúo.

IV

En este mundo hay varios hombres a quienes amo, uno de ellos es Pablo Neruda.

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