domingo, 4 de septiembre de 2011

Dama de ojos tristes de las tierras bajas (Bob Dylan)




Con tu boca de mercurio en los tiempos misionarios,
y tus ojos como humo y tus oraciones como rimas,
y tu cruz de plata, y tu voz como campanadas,
oh, ¿quién entre ellos piensa que podría encerrarte?
Con tus bolsillos bien protegidos por fin,
y tus visiones tranviarias que colocas sobre la hierba,
y tu carne como seda, y tu rostro como cristal,
¿quién de ellos piensa que podría llevarte consigo?
Dama de ojos tristes de las tierras bajas,
donde el profeta de ojos tristes dice que ningún hombre llega,
mis ojos de almacén, mis tambores árabes,
¿debiera dejarlos junto a tu puerta,
o, dama de ojos tristes, debería esperar?

Con tus sábanas como metal y tu cinturón como cordón,
y tu mazo de cartas sin la jota ni el as,
y tus viejos vestidos y tu rostro vacío,
¿quién de ellos se piensa más astuto que tú?
Con tu silueta al atardecer
dentro de tus ojos donde la luz de luna nada,
y tus canciones de cajas de cerillas y tus himnos gitanos,
¿quién de ellos intentaría impresionarte?
Dama de ojos tristes de las tierras bajas,
donde el profeta de ojos tristes dice que ningún hombre llega,
mis ojos de almacén, mis tambores árabes,
¿debiera dejarlos junto a tu puerta,
o, dama de ojos tristes, debería esperar?

Los reyes de Tiro con sus listas de condenados
están en fila esperando sus besos de geranio,
y tú no sabías que ocurriría así,
pero, ¿quién de ellos quiere solo besarte?
Con tus incendios de niñez en tu alfombra de medianoche,
y tus maneras españolas y las drogas de tu madre,
y tu boca de vaquero y tus toques de queda,
¿quién de ellos piensa que podría oponerse a ti?
Dama de ojos tristes de las tierras bajas,
donde el profeta de ojos tristes dice que ningún hombre llega,
mis ojos de almacén, mis tambores árabes,
¿debiera dejarlos junto a tu puerta,
o, dama de ojos tristes, debería esperar?

Oh, los granjeros y los hombres de negocios decidieron
enseñarte los ángeles muertos que solían esconder.
Pero, ¿por qué te escogieron a ti para simpatizar con su bando?
Oh, ¿cómo pudieron confundirte?
Querían que te responsabilizaras de lo de la granja,
pero con el mar a tus pies y la falsa alarma,
y con el chico rufián a quien abrazas,
¿cómo pudieron persuadirte?
Dama de ojos tristes de las tierras bajas,
donde el profeta de ojos tristes dice que ningún hombre llega,
mis ojos de almacén, mis tambores árabes,
¿debiera dejarlos junto a tu puerta,
o, dama de ojos tristes, debería esperar?

Con tus recuerdos de planchas metálicas de Cannery Row,
y tu marido de revista que un día tuvo que irse,
y tu gentileza, que ahora no te ayuda y sin embargo muestras,
¿cuál de ellos crees que te emplearía?
Ahora permaneces junto a tu ladrón, estás en su libertad condicional
con tu medallón sagrado que la yema de tus dedos doblan,
y tu cara de santa y tu alma de fantasma,
oh, ¿quién de ellos crees que podría destruirte?
Dama de ojos tristes de las tierras bajas,
donde el profeta de ojos tristes dice que ningún hombre llega,
mis ojos de almacén, mis tambores árabes,
¿debiera dejarlos junto a tu puerta,
o, dama de ojos tristes, debería esperar?

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