Ve a correr mientras observas las estrellas y escuchas tu interior, de preferencia lo más amable de ti.
Una vez que hayas concluido tu vuelta y te encuentres cansado, sudando y que no hay nada más en este mundo que la fuerza de tus pulmones jalando el aire al interior, tu corazón trabajando intensamente y la sangre recorriendo tu cuerpo...
Emprende el camino de vuelta a casa, despacio, lo más despacio que puedas, pero es importante que no dejes de caminar, siempre de vuelta a casa.
La luna debe estar frente a ti aproximadamente a 45 grados y la calle debe dirigirse hacia ella.
Sin pensar concretamente en algo coloca la luna entre los cables que cuelgan de un poste a otro, esto hará las veces de notación musical, los cables son el pentagrama y la luna escribe la música que ahora suena en ti.
Conforme avanzas traslada de un espacio a otro las notas, disfruta...
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